Por Victoriano Martínez
…y en el primer día de labores del primer Ayuntamiento de Villa de Pozos en modalidad Concejo Municipal, y de la reivindicación de su derecho fundamental de gobernarse a sí mismos en palabras de la concejala presidenta, los funcionarios llegaron tarde a sus oficinas… por culpa del tráfico kilométrico que se vivió en la carretera 57.
El dato va más allá de lo anecdótico: la carretera 57 marca el límite poniente del nuevo municipio. Es decir, si el Concejo Municipal y los funcionarios que hasta el momento ya cuentan con nombramiento fueran habitantes del municipio no tendrían necesidad de transitar por esa vía para llegar a las ahora oficinas municipales.
Entre el 16 de agosto, cuando fueron nombrados los integrantes del Concejo Municipal, y el 2 de octubre, primer día hábil tras su entrada en funciones, hubo 47 días en los que se pudieron prever todas las situaciones y circunstancias para que los poceños estrenaran su nueva condición sin encontrarse con oficinas vacías.
Las fiestas patronales del nuevo municipio iniciaron, para sus habitantes, desde el pasado 27 de septiembre con una indefinición por parte de la autoridad municipal: el Ayuntamiento de San Luis Potosí que se haría cargo de la administración hasta el último día de septiembre evitó emitir permisos a los comerciantes que tradicionalmente se instalas durante los festejos.
El Consejo Municipal, que se supone resolvería ese tipo de situaciones, tampoco estuvo listo para resolver esa situación y este martes 2 de octubre, desde temprano al menos siete de cada diez personas que acudieron a las oficinas municipales lo hicieron con el mismo pendiente: obtener un permiso para venta de parte de la Dirección de Comercio.
El caso es que entre los nombramientos que se conocieron hasta ayer no figuraba el titular de la Dirección de Comercio, por lo que el pendiente de los comerciantes amenaza con mantenerse hasta después de que terminen las fiestas patronales.
Un caso que ejemplifica la falta de coordinación entre el ayuntamiento de la capital y el nuevo municipio, a pesar de la afirmación de la concejala Maribel Lemoine Loredo sobre el apoyo del Ayuntamiento capitalino que continuará hasta diciembre para garantizar que Villa de Pozos cuente con todas las direcciones y trámites en regla.
No habría mucha diferencia para los comerciantes poceños si hubiese sido nombrado un director de Comercio, ya que los siete que se conocieron este martes no marcaron ninguna diferencia: todos llegaron tarde, incluida María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, concejala presidenta.
No obstante, las fiestas patronales aportaron el motivo para que el Concejo Municipal se estrenara con el sello del sexenio: Rivera Acevedo anunció la cartelera del teatro del pueblo para la celebración que, conforme a las circunstancias de la nueva autoridad, se realizará del 2 al 4 de octubre… obvio, completamente gratis.
La primera disposición sobre el presupuesto de 85 millones de pesos que administrará el primer gobierno municipal de Villa de Pozos para los últimos tres meses del año fue para contratar a La Zenda Norteña, el grupo Legítimo, además de Conjunto Monarka y Conjunto Amanecer… y sin contar con un presupuesto de egresos.
Podrán faltar personal, esquemas de atención al público, nombramientos de servidores públicos, asistencia irresponsable de los ya nombrados a sus oficinas y cualquier otra circunstancia en perjuicio de los poceños… pero de ninguna manera la pachanga a la que se les invite para olvidar la frustración de que fuereños encabecen la reivindicación de su derecho fundamental de gobernarse a sí mismos.
Es muy probable que haya algún poceño que le recomiende a sus servidores públicos fuereños una ruta alternativa para evitar el embotellamiento de la carretera 57: entrar por la carretera a Rioverde.
Quizá les puedan parecer mucho los casi 6 kilómetros que separan esa carretera de lo que hoy es el Palacio Municipal, pero seguramente les ahorrará el tiempo suficiente para que no lleguen tarde como ocurrió este 2 de octubre por usar la congestionada carretera 57… a menos que responsablemente madruguen un poco más para no llegar tarde.