CAJA NEGRA: Villa de Reyes y los Zetas

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

Villa de Reyes es un municipio que ganó fama mundial desde antes de la llegada de BMW y Ford, pero esa fama no necesariamente se debió a la General Motors que fue la primer firma global de autos en la zona.

En realidad, se supo de la existencia del municipio de Villa de Reyes un 29 de agosto de 2010 cuando el periódico español El País publicó una crónica de Juan Villoro tituladas “Vivir en México: un daño colateral”.

El notabilísimo escritor y periodista refiere una anécdota en el cuerpo de su relato y menciona algo ocurrido en Villa de Reyes.

“Muy lejos de allí, en el municipio de Villa de Reyes, San Luis Potosí, se extiende un desierto donde los coyotes ya escasean tanto como las personas. La cacería y la emigración a Estados Unidos han vaciado el territorio. De tanto en tanto se avista un caserío. Pasé la Semana Santa de 2010 en Bledos, uno de esos pueblos que parecen a punto de desaparecer bajo una nube de polvo. Allí, un primo mío lucha por preservar las ruinas de una hacienda que antes de la revolución de 1910 producía mezcal.

Por la noche, el pueblo se sume en un silencio solo rasgado por el aullido de un perro. El objetivo del viaje era mostrarle a mi hija, entonces de diez años, el sitio donde había vivido su bisabuela paterna y donde habían vacacionado muchos de sus parientes. Encontramos un yermo donde las principales distracciones tenían que ver con leyendas: historias de fantasmas y de una época, aún más inverosímil, en que la región estaba habitada. En esas circunstancias, nos entusiasmó la llegada de un circo trashumante. Una carpa que delataba su vejez por los remiendos se alzó con fabulosos rechinidos. La pista era un círculo de polvo donde anidaban alacranes. La principal atracción no eran los temerarios trapecistas, sino los payasos, concentrados en aplastar escorpiones con sus inmensos zapatos.

Pensamos que esa sería la emoción decisiva de Semana Santa, pero al volver a la hacienda de mi primo nos enteramos de que también los narcos estaban de vacaciones y una brigada del Cartel de los Zetas había llegado Bledos en busca de diversión. Tres camionetas negras tripuladas por sicarios recorrían el pueblo.

Colocamos una tranca medieval en el portón mientras ellos se dedicaban a extender el miedo. Secuestraron a una muchacha, golpearon a un campesino, asaltaron una gasolinera. Hacía las cinco de la mañana, aprovechando una tregua silenciosa, escapamos a la ciudad de México. Había querido que mi hija de diez años viajara a su pasado; de manera atroz, confrontó su presente”.

La crónica en la que Juan Villoro habla de su visita a Bledos, publicada por El País, forma parte del libro La Ira de México, siete voces contra la impunidad.

Pero claro, eso de los Zetas en Villa de Reyes pasó hace seis años, ahora en todo San Luis se respira un ambiente de tranquilidad, paz y hasta de felicidad.

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