Ciudad de México (03 de enero de 2017).- Ocho de cada 10 alumnos de una de las dos escuelas en las que cobra sin dar clases el vocero de los padres de los 43, Felipe de la Cruz, no saben siquiera leer ni hacer sumas o restas.
De acuerdo con la página web mejoratuescuela.org, integrada por miembros del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en el plantel “Artículo 27 Constitucional”, donde se supone que debería dar clases el activista, hay estudiando 179 niños ubicados en 12 grupos y trabajan en ésta 14 personas.
Según con los resultados de la prueba Planea de 2015, 77.1 por ciento de esos alumnos, es decir 138, fueron evaluados con desempeño insuficiente en español; 20 por ciento (35) apenas lograron el nivel indispensable en esa área, lo que significa que apenas saben leer; sólo 2.9 por ciento (5) obtuvieron la calificación satisfactorio, y en sobresaliente no lograron ningún porcentaje.
En matemáticas, 78.1 por ciento de los alumnos (139) tiene conocimientos insuficientes; 12.5 por ciento (22), insuficiente; 9.4 por ciento (16) cuenta con conocimientos satisfactorios en esta materia, y en nivel sobresaliente la institución educativa no logró ninguna calificación.
En tanto, en la primaria Sentimientos de la Nación —donde De la Cruz está adscrito con la plaza 07661200.0E0281120835— el IMCO no aporta mayores detalles sobre el desempeño escolar.
En estos dos planteles, el activista guerrerense —quien carece de un título que lo acredite como docente de nivel básico— cobró hasta septiembre de 2016 sin dar clases, ya que desde septiembre de 2014 se incorporó al movimiento por los 43 desparecidos de Iguala.
Según el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone) durante 2015 y hasta septiembre del años pasado obtuvo alrededor de 692 mil 924 pesos.
Sin embargo, esta cifra podría ser mayor, debido en el Fone no se encuentran las percepciones de 2014.
De la Cruz se sumó a la lucha de los padres de los 43 sin ser familiar de alguno de ellos. El argumento que dio fue que su hijo Ángel Neri “es un sobreviviente de los hechos (la desaparición). Desde que inició el movimiento, he estado con ellos (con los padres) y seguiré en la lucha hasta que el Gobierno nos hable con la verdad. El hecho de que mi hijo sea sobreviviente no quiere decir que no esté afectado y bueno, pues también somos víctimas”.
Antes de la desaparición de los jóvenes estudiantes de Guerrero hace dos años, él encabezó paros, tomas de casetas y manifestaciones violentas en Acapulco como integrante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Por estas últimas movilizaciones violentas, fue denunciado por la Secretaria de Educación del Guerrero (SEG) luego de que en 2011 tomó por la fuerza instalaciones educativas que mantuvo cerradas por 15 días.
En la denuncia levantada por la dependencia local el pasado 5 de octubre de 2011 se menciona a los profesores de la CETEG Román Merinardo López, Felipe de la Cruz, Zenen Ávila, María de Jesús Domínguez por ingresar de manera “furtiva” y “violenta” a la delegación de servicios educativos de la región Acapulco-Coyuca de Benítez, “gritando a los trabajadores que desalojaran”.
Fuente: La Razón.