Ciudad de México (07 de junio de 2016).- México celebró elecciones este fin de semana, ayer despertamos con la sorpresa de que el Partido Acción Nacional, partido conservador y católico, está cerca de ganar siete de las doce gobernaturas en disputa, arrebatándole al Partido de la Revolución Institucional (PRI) algunos de sus bastiones de poder tradicionales.
Después de 86 años el PRI perdió Veracruz, estado que representa uno de los brazos electorales más importantes, pues es el tercer estado con más electores en el país. Los veracruzanos no se quedaron indiferentes ante el partido del presidente ni del gobierno del priista Javier Duarte, quien se esforzó en negar la violencia que vivía el estado, en tener posturas autoritarias y en ser cómplice de la corrupción.
Tamaulipas es otro estado que podría perder el PRI después de 86 años. Francisco García Cabeza de Vaca va a la delantera en el computo de los votos, que apenas a rebasado la mitad de ellos. Hasta ahora parece que el PRI conservó Hidalgo, Tlaxcala y Zacatecas. No todo está perdido para el partido oficial, pues logró ganar Oaxaca y Sinaloa.
¿Podría cambiar algo?
El PAN gobernó al país doce años: el primer sexenio con Vicente Fox, quien terminó con la hegemonía política del PRI en el 2000. Después, con Felipe Calderón, el país se sumergió en una violenta lucha entre cárteles de la droga, policías, ejército y marina, donde era difícil reconocer los bandos y cuyo saldo fue color rojo sangre. La población civil no quedó exenta de esta llamada “guerra contra las drogas.”
El PAN es un partido más conocido por sus posturas políticas cercanas a la iglesia católica en temas como las libertades civiles, así como por ser un partido próximo a los empresarios y de una posición económica preferentemente neoliberal, aunque -al igual que el PRI y la mayoría de los partidos que han tenido algún cargo- ha sido acusado de corrupción y tráfico de influencias, en casos tan controvertidas como el incendio en la guardería ABC en Sonora, donde murieron 49 niños menores de seis años calcinados. La guardería no contaba con las medidas de seguridad y el incendio se convirtió en una gran tragedia que justo el día de las elecciones cumplió siete años. Sin embargo, uno de los propietarios de la guardería Matilda Gómez, era prima de la primera dama de ese entonces, Margarita Zavala, y jamás fue juzgada por la ley.
Por otro lado, el PAN ganó las elecciones en Quintana Roo, Durango y Veracruz en alianza con el PRD, partido que era su enemigo en las elecciones de 2006, cuando Felipe Calderón y Andrés Manuel Obrador competían por la presidencia, probando quela ambigüedad política es esencial para derrotar al PRI en los estados.
¿Qué es lo más importante de estas elecciones? El voto de castigo del electorado hacia el PRI. Después de recuperar el poder en 2012, los electores no se han mostrado conformes con “el nuevo PRI” y han vuelto a posicionar al PAN, algo que será importante en 2018, pues como se sabe de manera extraoficial, las campañas para el siguiente periodo presidencial han comenzado. El voto de confianza que la gente ha decidido darle al PAN beneficia sobre todo a la exprimera dama Margarita Zavala, quien tiene miras a la presidencia y que hoy ha declarado: “México no quiere al PRI.”
Fuente: Hipertextual. (Por Valeria Ríos)