Vuelve el semáforo rojo

Por Victoriano Martínez

Este viernes la Secretaría de Salud del Gobierno Federal volverá a presentar el semáforo de riesgo por la pandemia Covid-19 con una mala noticia para San Luis Potosí, ya que a partir del lunes 20 de julio dejará el semáforo naranja pero para regresar al semáforo rojo.

Se trata de situaciones que se presentarán como parte de la nueva normalidad, en la que la población no sólo tiene que estar al pendiente de los indicadores que definen el nivel de riesgo provocado por la pandemia, sino que tiene que tomar conciencia de que la contribución que con sus actitudes haga a las medidas sanitarias le abrirá espacio a más actividades, o se las cerrará.

En las últimas dos semanas, tras el anuncio del semáforo naranja para San Luis Potosí como resultados de un buen comportamiento para reducir el ritmo de contagios, se relajaron las medidas de control y, aunque las autoridades advertían de la permanencia del riesgo, la movilidad social resurgió casi a los niveles previos a la Jornada Nacional de Sana Distancia.

Las consecuencias de haber llevado la respuesta al semáforo naranja a considerarlo casi como si estuviera en amarillo o verde es que, si las autoridades de salud en el estado lo consideran, se tendrá que volver a partir del lunes a suspender todas las actividades y mantener únicamente las esenciales y sustantivas.

Que San Luis Potosí vuelva al semáforo rojo significa que la ocupación hospitalaria se encuentra en un porcentaje alto, la tendencia de es ocupación de esa ocupación muestra un crecimiento exponencial, los casos de coronavirus confirmados aumentan cada vez más y el porcentaje de positividad de los casos estudiados es alto.

El reporte estatal con corte a las siete de la mañana de este jueves, de acuerdo a lo informado en la rueda de prensa diaria, mostraba una ocupación hospitalaria del 39 por ciento de camas para pacientes Covid-19 sin ventilador, y un 26 por ciento de pacientes con ventilador.

Son porcentajes de ocupación similares a los de siete días antes, el 10 de julio, cuando los pacientes sin ventilador también ocupaban el 39 por ciento de las camas disponibles y los pacientes con ventilador el 34 por ciento, es decir, un porcentaje mayor.

Sin embargo, en términos absolutos, el número de pacientes sin ventilador pasó de 250 a 289. ¿Cómo se mantuvo el porcentaje de ocupación? A partir del miércoles se incorporaron 120 camas más para pacientes sin ventilador como parte del escalamiento como parte del Plan Estatal de Reconversión Hospitalaria, para evitar la saturación de los hospitales.

La incorporación de 20 camas para pacientes sin ventilador y 30  para pacientes con ventilador en el Nuevo Hospital Central, y 100 camas en la Unidad Centinela de la FENAPO para enfermos sin ventiladores, han permitido que se mantenga el porcentaje de ocupación a niveles aún lejos de la saturación, pero el crecimiento exponencial de la demanda mantiene ese riesgo.

“Eso es una realidad, eso es algo que sí puede suceder si no tomamos conciencia de que hay actividades de alto riesgo”, advirtió el miércoles Mónica Rangel Martínez, titular de los Servicios de Salud, al informar del escalamiento hospitalario con la incorporación del Nuevo Hospital Central, la Unidad Centinela Fenapo y el Hospital Militar.

La nueva normalidad no sólo exige un sistema de salud capaz de prever los niveles de ocupación hospitalaria que pueden detonarse para ampliar la capacidad de atención según se requiera, sino también una sociedad con capacidad de respuesta para abrir o cerrar actividades de tal manera que se contribuya a reducir los riesgos.

Esa capacidad de reacción entre la población es la que pone a prueba el hecho de que se hayan disparado los indicadores que hacen volver a San Luis Potosí al semáforo rojo. En la medida en que se adquiera esa capacidad, las posibilidades de avanzar al semáforo verde aumentarán.

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