Xavier Nava, a la deriva

Alejandro Rubín de Celis

La guerra política que se desató en la sesión de Cabildo del pasado 12 de junio y los despidos en el Ayuntamiento de San Luis Potosí y el Congreso del Estado han dejado en claro el rompimiento que existe de los grupos de poder del panismo local y la dirigencia estatal  de Acción Nacional, con el alcalde Xavier Nava Palacios y su grupo.

En la sesión de Cabildo, la artillería pesada del grupo identificado con el diputado federal Xavier Azuara, compuesto por los regidores Verónica Rodríguez y Christian Azuara, y por el primer síndico Víctor Saldaña, se lanzó con todo para cuestionar al grupo compuesto por el alcalde Xavier Nava, el regidor Alfredo Lujambio, el secretario del ayuntamiento Sebastián Pérez, y el tesorero Rodrigo Portilla, por falta de claridad en los estados financieros, la inseguridad en la ciudad, por despidos injustificados de cercanos al panismo, el gasto excesivo y violatorio de la Constitución en promoción personalizada del presidente municipal ꟷ32 millones en lo que va del año, denunció Cristian Azuaraꟷ el descuido de grupos vulnerables por la pandemia, la legalidad o no de la licencia de la regidora Raquel Bárcena, y hasta por la aprobación del reglamento del bienestar animal.

Molesto, el alcalde se quejó porque los cuestionamientos de sus adversarios no eran otra cosa que “pura política”; les pidió guardar la calma y en torno a la promoción personalizada le aclaró al síndico Víctor Saldaña, en relación a la disposición constitucional que establece en su artículo 134 que los servidores públicos “… tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos,  que “no estamos en contiendas electorales”. Bueno, habría que decir que no oficialmente, pero nadie mejor que Nava Palacios sabe que la contienda, en los hechos, ya empezó y desde hace buen tiempo.

De acuerdo con regidores y miembros del Acción Nacional, las relaciones del grupo de Nava con el de Azuara en el ayuntamiento, y con la dirigencia estatal del PAN, encabezada por Juan Francisco Aguilar Hernández, se fueron deteriorando en el transcurso de los meses por la actitud soberbia del alcalde y su gente y porque fueron haciendo a un lado o despidiendo a panistas identificados con el grupo de Azuara y del diputado Rubén Guajardo. Otra razón es que los panistas esperaban más puestos en el ayuntamiento de los que el alcalde les ha cedido.

Todavía hace unos meses, Xavier Nava y Juan Francisco Aguilar mantenía una relación cercana, incluso hubo versiones de que el segundo apoyaba la candidatura del primero al gobierno estatal por el PAN, pero los diferendos se fueron profundizando y el dirigente panista tuvo que ponerse del lado de sus correligionarios, en parte debido a los despidos que se efectuaron por razones políticas como fue el caso de Ana María izquierdo Segura.

El 10 de junio, el Comité Directivo Estatal del PAN exigió al alcalde mediante escrito una explicación “respecto a la violencia política y laboral de la que fue objeto la C. Ana María Izquierdo Segura como servidor público del Ayuntamiento de la capital”. Dos días después, Juan Francisco Aguilar ordenó al diputado Rolando Hervert el despido fulminante de la coordinadora del Instituto de Investigaciones Legislativas del Congreso del Estado, Lidia Argüello Acosta, militante del PAN desde hace más de 30 años y a quien muchos panistas identifican ahora con el grupo de Xavier Nava.

Una fuente digna de credibilidad, conocedora de los entretelones del panismo local y de cómo y a favor de quiénes operan los grupos políticos al interior de Acción Nacional, confió a esta columna una estrategia que habría urdido la abogada para favorecer la candidatura de Nava Palacios al gobierno estatal por el PAN.

Lidia Argüello habría escrito una carta dirigida a Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del PAN ꟷy presuntamente simpatizante de Nava como el candidato de Acción Nacional para San Luis Potosíꟷ, pidiéndole operar ante los órganos internos de decisión de su partido para que se aprobara la disolución del Comité Directivo Estatal del PAN y nombrar a un comité  provisional o delegación que, conforme a estatutos ꟷartículo 85ꟷ convocara a la designación de un nuevo comité directivo a modo que apoyara la candidatura de Nava. Al enterarse por al menos dos vías de las presuntas intenciones de Argüello Acosta, Juan Francisco Aguilar decidió el cese inmediato de su correligionaria en el cargo que ostentaba en el Congreso, y al saberlo de boca del diputado Hervert ella optó por renunciar antes de que la despidieran.

Como era de esperarse, Lidia Argüello ha negado ésta y otras versiones que la vinculan con Nava Palacios, las que resume con la frase de chisme amigo. La pregunta es, ¿por qué buscaron su destitución fulminante si no es por un hecho grave o por un conjunto de hechos que afectan los intereses del panismo potosino y de su dirigencia estatal?

Ante sus profundas diferencias con el panismo local, ya se habla de que Xavier Nava podría ser candidato a la gubernatura por Morena, algo que no se ve nada sencillo. Hay un sector considerable de militantes y simpatizantes de ese partido que no ven con agrado al alcalde, a quien consideran un traidor a los principios del Navismo por haberse aliado a los Gallardo en 2015. Se trata precisamente de navistas que están a favor del  proyecto de la 4T y que son simpatizantes o militantes de Morena en la entidad, entre quienes se encuentran Urenda Navarro ꟷactualmente a cargo de la Defensoría de Derechos Universitarios de la UASLPꟷ, Sarahí Esquivel, Enrique Rivera, Alejandro Rosillo y el investigador del Colsan, Juan Carlos Ruiz Guadalajara, todos miembros del Consejo Consultivo de Morena en el estado.  

Además enfrentaría otro problema: Ricardo Gallardo Cardona también quiere ser el candidato de Morena, en coalición con el Verde, partido al que pertenece el diputado federal y que ha servido a la 4T desde el Congreso de la Unión para aprobar las reformas impulsadas por AMLO. Es más, se acaba de anunciar una virtual alianza electoral para 2021 entre Morena, el PT y el Verde. Sin embargo, también para Gallardo sería muy complicado obtener la candidatura por las resistencias que hay a nivel local y nacional.

El navista Enrique Rivera Sierra lanzó esta advertencia ante la posibilidad de que Gallardo fuera el candidato de Morena: “Para que eso sea posible tendrían que pasar por encima de la militancia potosina. Y eso está por verse. No olvidemos que las alianzas con esa delincuencial familia sólo son posibles con personas sin calidad moral como Xavier Nava o partidos sin escrúpulos como el PAN que lo hizo diputado federal. En Morena no pasarán”. Con ese pronunciamiento queda claro el rechazo de su grupo a uno y otro. Sin embargo, también hay morenistas cercanos a Gallardo Cardona como Gabino Morales y Leonel Serrato, ambos delegados del gobierno federal en San Luis Potosí. 

AMLO tendrá que tomar una decisión difícil: pronunciarse por Ricardo Gallardo Cardona ꟷcuyo grupo parlamentario le es útil legislativamente, aunque sabe la clase de políticos que son él y su padre a los que alguna vez llamó mafiosillosꟷ o por Xavier Nava ꟷconsiderando la admiración y aprecio que el Presidente le tenía a su abuelo, Salvador Nava Martínez, por su lucha democráticaꟷ o atender a los grupos locales y nacionales que rechazan a ambos e ir con un candidato propio, surgido de Morena. 

En su aspiración por la gubernatura del estado, Xavier Nava Palacios se encuentra en este momento a la deriva sobre el partido o partidos que aceptarían postularlo. Ante la desesperación que ello le causa, ya se reunió con Dante Delgado, dueño de la franquicia de Movimiento Ciudadano (el otro partido que apoyó su candidatura a la alcaldía junto con el PAN), en busca de una nueva alianza. ¿Tocará también las puertas del PRI? 

En una de esas, también.         

 

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