Xavier Nava, nuevo chairo

Por: Oswaldo Ríos. Twitter: @OSWALDORIOSM

El viernes 12 de junio durante una transmisión en vivo de una sesión del Cabildo capitalino, el alcalde Xavier Nava demostró lo que algunos hemos dicho desde hace tiempo: está rebasado por el cargo y ha perdido la cabeza. 

El espectáculo fue triste. 

Verónica Hernández y Karina Benavides, regidoras del PAN, le cuestionaron los despidos injustificados de trabajadoras municipales por represalias políticas. Mientras hablaban, el presidente municipal se burlaba y escuchaba con sorna, al responder, imputó a las regidoras las conductas de los dirigentes panistas, como si ellas no fueran capaces de hablar por sí mismas o como si la existencia de otros casos, descargaran su culpa.

Luego, las mismas regidoras le pidieron explicaciones a las carretadas de millones que el alcalde destina a la promoción de su imagen en medios locales y nacionales (hasta la fecha casi 40 millones de pesos que podrían llegar al doble a finales del año). La respuesta fue deprimente, intervino el tesorero Rodrigo Portilla en unas 10 ocasiones para balbucear peroratas sin sentido, intentar burlarse (fallidamente) de las impetrantes y finalmente, no ser capaz de responder una pregunta cuya respuesta, la ley establece que él y solo él, la puede dar.

Los regidores del PRD se sumaron al reclamo, ahí ya de plano el alcalde perdió las formas. Mientras hablaba el regidor Eloy Franklin, el alcalde señaló sus sienes con el dedo, hizo un movimiento circular, puso los ojos “de huevo” y entreabrió la boca con una mueca simulando una tara. Sí, igualito que puberto malcriado que cuando recibe una reprimenda se luce ante los amigos haciendo el gesto de “el que está hablando está loco”. ¿Se imaginan al doctor Nava haciendo esas mamarrachadas? Nava no es navista, es navoso. 

Siguieron reclamos de otros ediles y la respuesta de Nava y su séquito de mirreyes fue la misma. No le haré perder su tiempo leyendo la crónica de las majaderías de un club de juniors que se ha enriquecido súbitamente en los últimos 18 meses. Mejor le contaré: ¿Por qué Nava ha terminado devorado por sus propias ambiciones?

Esencialmente, porque está obsesionado con ser candidato a gobernador en 2021 y no le importa cómo, ni con que partido político. Su trayectoria es el mejor ejemplo del travestismo político. Sin definiciones ideológicas, ni lealtades, Xavier Nava ha sido el comerciante de una franquicia de prestigio en el pasado que ahora regentea en beneficio de sus propios intereses económicos y políticos: el navismo. 

Las alianzas que construye, no tienen derecho de admisión. Lo mismo ha sido protegido por Emilio Zebadúa, ese oscuro hombre tan cercano a Rosario Robles; que por Elba Esther Gordillo, la impresentable líder inmoral del magisterio; por el gobernador priísta Juan Manuel Carreras, quien lo apoyó para ser alcalde; o por Ricardo Gallardo padre, con quien hizo campaña para ser diputado federal y a quien en los mítines llamaba lambisconamente “Don Ricardo”, mientras se desgarraba la garganta gritando el eslogan “Va por ti”, pues esa campaña se la dedicaron como homenaje a Ricardo Gallardo hijo, quien estaba en prisión. 

Para el apologista de la traición, la gratitud es pecado mortal. 

Siendo regenteador del navismo, Xavier Nava ha logrado ser beneficiario pluripartidista. En su vida política, lo mantuvo el PRI, lo protegió el PANAL, el PRD lo hizo diputado federal, se dio el lujo cínico de buscar ser candidato independiente y el PAN lo hizo presidente municipal.

Pero desde la alcaldía, Nava no ha sometido al PAN, por eso buscó en un primer momento tener acercamientos con México Libre y recientemente, está dedicado de tiempo completo en meterse en la mente de López Obrador para ser el candidato a gobernador por Morena en San Luis Potosí.

¿Les extraña este comportamiento mercenario que no tiene problema en buscar ser postulado por cualquier partido? No debería. El dinero es de múltiples colores y denominaciones. En el neonavismo la ideología es prescindible, los negocios no. 

Los señalamientos de enriquecimiento exorbitante en el equipo del alcalde han arreciado cada día que permanecen en la administración municipal, al mismo tiempo que el gobierno se hunde. 

En San Luis Potosí no hay obras, no hay eventos relevantes, no hay políticas públicas destacadas y no hay paz, porque la violencia está peor que nunca. Pero descaradamente algunos medios y opinólogos se desviven en elogios para el alcalde, ¿por qué? Porque como el gobierno no despierta entusiasmo, tiene que pagar por aplausos. Por eso, volviendo al principio, los regidores preguntaban cuánto nos cuesta el falso cariño que se compra el alcalde. 

Xavier Nava practica bien la política del Kleenex: cómprese, úsese y tírese a la basura. 

El PAN ya no le sirve, porque ya lo usó para lo que quería. Sabe que 2021 está cerca y necesita un partido competitivo que lo postule a la gubernatura, por eso está dispuesto a gastar lo que sea para entrar en el ánimo de López Obrador, a pesar de que en el pasado se cansó de decir que era un populista, un autoritario y un demagogo. 

Nava aplicará el mismo método, pero al revés, que utilizó con los Gallardo. Esperen, López Obrador también usó y desechó igual a los Gallardo y hoy están con él.

¡Vaya! Con Nava en Morena y los Gallardo en el Verde, todos volverían a estar juntos y al servicio de López Obrador. ¡Qué bonita familia, se merecen mil!

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