Por Victoriano Martínez
“¡Dios los hace y ellos se juntan!”, diría el presidente Andrés Manuel López Obrador si se pusiera en los zapatos de un potosino que conoce bien la situación por la que atraviesa el Estado, con un presunto gobernador electo que hace promesas en falso y miente abiertamente sobre las investigaciones y denuncias que enfrenta, en tanto él no se queda tan atrás.
La imagen de Ricardo Gallardo Cardona y López Obrador sentados bajó una inmensa pintura de Benito Juárez con la que el presidente acompañó su tuit para informar que había tenido esa reunión, sólo se explica por un alto grado de amnesia lopezobradorista que lo iguala con aquellos a quienes acusa de olvidadizos: aparece junto al mafiosillo que con facilidad podría enfrentar.
“Vamos a enfrentar toda esta corrupción, y hacer a un lado la hipocresía. Ya poner orden, y yo lamento que ustedes estén padeciendo esto que es como padecer la banda que encabeza Salinas de Gortari, por ejemplo”, dijo aquí el 11 de marzo de 2018. Hoy ya no lo lamenta y aparece junto al líder de los mafiosillos.
Y agregó aquel día: “Me dicen que si voy a tener agallas, imagínense si he enfrentado a esa mafia, he enfrentado a Salinas, a Fox y a Calderón y a Peña, no voy a poder enfrentar a mafiosillos”. Lejos de enfrentarlos, hoy se alía con ellos: “Acordamos trabajar juntos por el bien de todos”, escribió en el segundo tuit del hilo con el que informó en Twitter de la reunión con Gallardo Cardona.
“Hablamos de las demandas de la capital del estado, como convertir la Sierra de San Miguelito en una reserva natural”, señaló en su primer tuit, como si ignorara que la SEMARNAT acordó con los empresarios inmobiliarios excluir mil 805 hectáreas para ser urbanizadas del polígono que resultó de los estudios de la UNAM que debe ser protegido, incluida la presa de la Cañada del Lobo.
Un indicador más de la gravedad de la amnesia de López Obrador. Se le olvidó que el 24 de mayo de 2019 no sólo el pueblo (como él lo dijo) pidió la protección a la Sierra, sino que él también firmó un escrito dirigido al alcalde Xavier Nava en el que se pronunció específicamente en contra de ese proyecto con un “digo NO al proyecto inmobiliario en la comunidad de San Juan de Guadalupe”.
Si la palabra –y hasta la firma– del presidente López Obrador ya están en entredicho por su alianza con el mafiosillo y la desprotección a la Sierra con el oficio de la traición, Gallardo Cardona le dice quítate que ahí de te voy.
Gallardo Cardona ha acreditado que miente con facilidad incluso ante autoridades jurisdiccionales como en el caso de la resolución incidental del expediente SRE-PSC-20/2020 en la que confirma que violó el artículo 134 Constitucional al incurrir en promoción personalizada y adquisición indebida de tiempos en radio y televisión.
Gallardo Cardona le aseguró al Tribunal el 10 de junio, después de 15 días de promover por radio y televisión un supuesto apoyo con una ambulancia móvil por la pandemia, que “a esa fecha no se había puesto en circulación el consultorio móvil”, que no existía “un vehículo habilitado como consultorio móvil” y que “se trataba únicamente de un proyecto no ejecutado”.
Pero no sólo da por hecho proyectos que finalmente no realiza, sino que en su intento por limpiar su pasado, asegura públicamente que salió libre el 8 de diciembre de 2015 exonerado del delito por el que se le acusó, cuando en realidad la falla fue que se le acusó de un delito distinto al que, de acuerdo con la resolución del juez, sí cometió y que se mantiene abierto ese expediente.
Tan es así, que el pasado 5 de julio la Fiscalía General de la República presentó una queja ante el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal de la Ciudad de México porque un juez autorizó indebidamente entregar a Gallardo Cardona copias de la averiguación sobre ese caso porque “la investigación sigue activa”.
Gallardo Cardona llega al extremo de calificar como inexistentes hechos y hasta denuncias en contra suya o de su padre con tal de proyectar una buena imagen, como hizo el 10 de mayo en una entrevista con el Noticiero de Canal 7.
En el contexto de la reunión con López Obrador, Gallardo Cardona no tuvo empacho en mentir que no existen investigaciones en su contra por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera, cuando en diversas entrevistar Santiago Nieto ha hecho referencia a diversos expedientes.
“No estamos entre los once estados que son investigados, sí está San Luis Potosí, pero es una investigación del candidato de la Coalición Sí Por San Luis, Octavio Pedroza, por un tema me comentan, de un dinero de Tamaulipas hacia la campaña del PAN y el PRI”, dijo.
El 14 de agosto de 2020 a las 16:40 horas, la Fiscalía General de la República recibió un documento de 66 páginas con un anexo dirigido al fiscal Alejandro Gertz Manero, cuyo asunto es “se formula denuncia de hechos posiblemente constitutivos de delito”, firmado por Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, con fecha del 5 de agosto de ese año.
Nieto Castillo confirmó el pasado lunes 14 de junio, en el programa televisivo De Buena Fe, transmitido a través de Canal Once, la presentación de esa denuncia, en la que se señala a Gallardo Cardona y Ricardo Gallardo Juárez junto con 20 personas morales y otras 17 personas físicas, por el desvío de 724 millones 608 mil 296.43 pesos.
Si bien en el caso de Gallardo Cardona sus mentiras llegan a extremos como que la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no se las creyó y emitió una resolución para que la Contraloría Interna de la Cámara de Diputados lo sancione y lo apunte en el Catálogo de Servidores Públicos Sancionados, en el caso potosino López Obrador aún no llega a esos extremos.
Tanto en el caso de las mil 805 hectáreas excluidas del Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito como en el de la pendiente declaración de validez de la elección de gobernador, la resolución final está en el campo del Poder Judicial Federal.
Si en ambos casos se revierte lo que hoy tiene la apariencia de ser avalado por López Obrador, el presidente no habrá quedado mal ni con los desarrolladores inmobiliarios ni con Gallardo Cardona –o más especialmente con el PVEM–, con lo que saldría parcialmente bien librado.
Si el Poder Judicial lo libera de esas dos grandes dudas sobre el cumplimiento de su palabra y la validez de su firma, a López Obrador aún le queda explicar por qué, si aseguró “he enfrentado a Salinas, a Fox y a Calderón y a Peña, no voy a poder enfrentar a mafiosillos”, ha mantenido en lo que lleva de su sexenio a los Gallardo en la mira… pero sin disparar la acción de la justicia.