Por Victoriano Martínez
En la semana más convulsionada del sexenio en curso, tanto con una criminalidad desatada como con una corrupción política ampliamente revelada, La Semana del Gober continuó con logros insulsos para el alto contraste con La Semana de Carreritas.
La creación de la oficina de Relaciones Públicas del gobernador Juan Manuel Carreras López poco ha servido para lo que fue creada, pero sí mucho para dar idea clara de la brecha existente entre el mundo que vive el mandatario y la realidad ante la que no se le ve interés de enfrentar.
Seguramente por eso esta semana los creadores de La Semana de Carreritas colocaron como figura central a Carreritas, pero dentro de una caja de cristal. La caja tiene salpicaduras de sangre que ni de chiste llegan a alterar al micro gobernador.
Por todos lados, la caja está rodeada de manos que le ofrecen huevos al mandatario, quien desde su caja de cristal las mira extrañado y con una actitud pensativa.
En los distintos textos se hace un recuento de las ejecuciones de la última semana, la postura indolente del secretario de Seguridad Pública, y el video escándalo de la red de corrupción del Congreso del Estado, y sobre la reacción de Carreritas el reporte es el mismo, aunque con distintas expresiones a manera de #hashtag:
#CarrerasGuardaSilencio
#CarrerasNoTieneEsaInformación
#CarrerasNoEstáEnterado
#CarrerasSinOpiniónAlRespecto
Y así transcurre el sexenio, con el Carreras del lema “prosperemos juntos” transformado en “desesperemos juntos”, y un panorama salpicado de impactos de bala como la imagen de La Semana de Carreritas, y la petición unánime expresada en el ofrecimiento de huevos.