Por Victoriano Martínez
El cúmulo de irregularidades en la administración de Ricardo Gallardo Juárez no es ninguna sorpresa.
Lo poco que dejaba ver la férrea opacidad con que transcurrió el trienio de la gallardía ya daba cuentas de una gestión caracterizada por el abuso del poder para beneficio propio.
Mil 843 observaciones sólo es una referencia de la que se pueden identificar decenas de miles de actos específicos de corrupción.
Lo novedoso es que tal cantidad de irregularidades se documente por primera vez y se abra la posibilidad de que de ese proceso se deriven efectivamente acciones legales para resarcir daños y sancionar a los responsables.
Y es novedoso porque –de tener las consecuencias lógicas– apunta hacia acciones de un verdadero combate a la impunidad.
Es la ruta marcada para el proceso de entrega-recepción en la nueva ley de la materia.
Una ruta que muestra un buen arranque en la instancia municipal –al menos en la capital por ser el caso que se conoce– y ante la que las siguientes instancias tendrán que estar a la altura.
Una ruta contra la corrupción y la impunidad que desde hace más de una década debió seguir la Auditoría Superior del Estado (ASE) que, hoy que se le volverán a aprobar sus informes, queda exhibida en su ineficiencia.
La ASE ha reportado en la revisión de los primeros 27 meses de la administración de Gallardo Juárez 347 observaciones. Mil 494 observaciones menos que las detectadas en la entrega recepción a la actual administración municipal.
De octubre a diciembre de 2015, la ASE reportó 212 observaciones a la gestión de Gallardo Juárez. Del ejercicio 2016 fueron 84 observaciones todas administrativas y cero pesos desviados. De la Cuenta 2017 fueron 51 observaciones según su sintético informe.
Para los últimos nueve meses de la administración gallardista, la ASE tendría que detectar casi mil 500 situaciones irregulares.
Un contraste que vuelve poco creíble el informe de la ASE que este día le darán por bien elaborado los diputados.
La novedad del cúmulo de observaciones detectadas en el proceso de entrega recepción es la exhibición de la deficiente labor de la ASE, que podría quedar mucho más exhibida si se difundiera lo detectado por los ayuntamientos que, de los 57 restantes, también se hayan tomado en serio esa revisión.
Y se pueden citar dos ejemplos más.
Todas las irregularidades y hasta fraudes que han dejado al Interapas son un déficit de más de 215 millones de pesos sólo este año.
El informe individual del Interapas que hoy será aprobado por los diputados dictamina esa cuenta que la nueva administración encontró en la ruina como “limpio”.
El caso de Cerritos, además de exhibir a la ASE exhibe a la Comisión de Vigilancia, pues su presidenta municipal denunció que le dejaron un ayuntamiento endeudado y con desvíos de recursos.
En cambio, en el dictamen que aprobarán este día los diputados se señalan irregularidades en la cuenta de ese municipio por apenas 242 mil 189 pesos.
Un vistazo al informe individual de la ASE sobre la Cuenta Pública de Cerritos, sin embargo, permite ver (sólo como ejemplo) en la página tres el siguiente pliego de observaciones:
“Se presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública por un monto de $700,690 (…) por el pago de las erogaciones no comprobadas por el concepto de indemnizaciones a trabajadores que fueron cesados…”.
Son nueve pliegos de observaciones los que aparecen en el documento que, por la diferencia en el monto observado que citan en el dictamen, queda claro que la Comisión de Vigilancia lo dictaminó sin siquiera consultarlo.
De los 113 entes fiscalizados, ¿cuántos informes serán aprobados este día a ciegas?
Sí, lo novedoso no es que se encuentren observaciones de irregularidades por miles, porque nadie duda de que las hay.
Lo patéticamente novedoso es que aun siendo documentadas como ayer se exhibió en la Unidad Administrativa Municipal, la ASE y los diputados pretendan continuar su fiscalización simulada… y se sientan con credibilidad.