El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
Hace tiempo que la clase política se convirtió en una cadena degenerativa de monstruitos, monstruos y monstruotes que ha deteriorado la administración pública. El ejemplo más claro es el Congreso del Estado en donde a cada Legislatura en curso se le considera la peor, pero la que le sigue suele superarla. Con la LXI Legislatura hoy se cree que se ha tocado fondo… pero ni así se puede cantar victoria. Es justo en el intento por que ese deterioro de la administración pública no sea notado por la sociedad que, por la vía de la simulación, se crean nuevos monstruitos. El más reciente es el Sistema Estatal Anticorrupción, una colección de farsas con las que se pretende simular que se combate el principal mal que afecta a la sociedad. No es más que un gatopardismo burdo en el que la brillantez (avalada por el calificativo con que lo describió su secretario de Finanzas) de un Carreritas, crea un nuevo monstruito que no servirá más que para hacer mayor la distancia entre gobernantes y ciudadanos… y exhibe la voracidad de quien requiere de pantallas que le cubran sus verdaderas intenciones que no pueden entenderse más que como contrarias al interés general.
Rinde protesta Comité Ciudadano Anticorrupción, lejos de las autoridades
Una historia más de simulación de la clase política potosina
“Le dije al Güero, pero muy pendejo, muy raro, muy ingenuo…”: Ugalde