Abelardo Medellín Pérez
El mejor indicador para conocer la sanidad financiera de un Estado, es conocer el cómo gestionan sus deudas, pero no solo la administración financiera, sino también el tipo de discursos que esgrime para explicar sus responsabilidades a la sociedad que, al final, termine por pagarlas indirectamente con sus bolsillos.
San Luis Potosí es un mal ejemplo del tratamiento a las deudas: negarlas, minimizarlas, invisibilizarlas y deslindarse de ellas, ha sido la manera en que el gobernador Ricardo Gallardo Cardona y su nervioso equipo financiero comunican el tipo de adeudos que mantienen.
El gobierno estatal tiene una visión, por decirlo amablemente, infantil de lo que son las deudas; sin importar cómo se formulen los cuestionamientos, tanto el gobernador como su equipo suelen alegar que no hay deudas, que las cifras están mal registradas, que la responsabilidad es de quien requiere el dinero y que, si se debe, pronto se pagará.
Es cierto que los dos últimos años el gobierno ha solicitado créditos quirografarios que se han cubierto en menos de lo que termina un año, sin embargo, mientras públicamente presumen su compromiso con pagar a sus cobradores, de forma discreta el gobierno crece sus adeudos con diversos sectores de la sociedad potosina.
La Dirección de Pensiones es uno de esos sectores afectados por la insistencia en no pagar; el gobierno adeuda 4 mil 39 millones 985 mil 812.94 pesos a esta dirección donde se concentran cuatro fondos. De dicha cantidad el 70.38 por ciento fue acumulado por la actual administración.
Ante tal deuda, cualquier pensaría que el gobierno, en atención a los jubilados, tendría en bien promover una solución de emergencia para que no colapsen los fondos (aunque la mitad ya colapsó); pero no, en la realidad, el gobierno ha negado repetidamente los números que la propia dirección publica mensualmente en su plataforma de transparencia y, cuando se le ha dado la oportunidad, el gobernador ha arremetido contra supuestos trabajadores que cobran de más en un fondo que cada vez tiene menos.
El otro revelador ejemplo es el de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP); con corte a este mes, el gobierno le debe a la universidad 172.2 millones de pesos de participaciones que no ha entregado.
Para el caso de pensiones, el gobernador ha sugerido, sin comprometer nada, que buscará turnarle el problema a la federación, pero en el tema de la universidad la estrategia es el completo deslinde.
La Secretaría de Finanzas niega el adeudo a la universidad, el gobierno insiste sin razón que la universidad no lo merece y por enfrente de la controversia el gobernador ha marchado con la bandera de que, al retenerle recursos a la máxima casa de estudios, se combate de alguna manera a los “obscuros personajes” que arropa la UASLP.
Si la Universidad arropa o no obscuros personajes, es un tema que tendrá que resolver con su autonomía e independencia; lo que no le queda claro al gobernador, es que nadie le preguntó su opinión sobre las contrataciones de la Universidad, sino por los recursos que su gobierno le debe a la UASLP y que no se sabe a dónde han parado.
Además, la excusa se antoja extrema; Gallardo Cardona dice que no les dará dinero, sugiere que la universidad cuide su gasto y que no arrope corruptos: mientras el gobierno gasta en ferias egocentristas y arropa a ex diputados señalados por corrupción en puestos de primer nivel.
Quitarle recursos a la universidad solo por acusar la presencia de corruptos es como ahogar a un perro porque tiene pulgas y luego decirle: “respira mejor, ahorra aire”. ¿A caso alguien le ha negado recursos al gobernador por arropar un séquito de opacos personajes sin credibilidad política?
Arrastrar estas deudas detrás, hace pensar por lógica que el gobierno está dispuesto a pagar a los bancos a quienes pide créditos, pero no está dispuesto a otorgar recursos a la sociedad potosina organizada a través de instituciones como pensiones o la universidad.
El gobernador, como buen empresario (pero no servidor público) confía más en una institución financiera que en una institución del Estado; ¿si tanta animadversión le tiene a la sociedad organizada, por qué se aventó a representarla?
Gallardo Cardona se ha creído su propio engaño de que a la gente se le ayuda con despensas clientelares y obras sin consideración social; por otro lado, el jefe del ejecutivo ha alucinado que la deuda es está bien cuando afecta a sus supuestos enemigos y por ello justifica el afectar a cientos de potosinos.
Algún día las responsabilidades vencidas del gobierno le darán un baño de realidad al gobernador y este ya no podrá evadir sus responsabilidades; mientras tanto, tendremos que ver como en San Luis Potosí Ya Despegaron las deudas y no han aterrizado las soluciones.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.