Antonio González Vázquez
El día 15 de marzo cierra el registro de planillas a los ayuntamientos y un obsesionado Enrique Francisco Galindo Ceballos se niega a separarse del cargo de presidente municipal. Caprichosamente, el precandidato a la reelección por el PRIANRD no quiere dejar la silla edilicia.
A unos días de que se formalice su postulación ante el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, el priista se mantiene al frente del ayuntamiento capitalino, con la ventaja mediática y política que eso representa.
En los hechos, es precandidato desde el pasado 19 de febrero, cuando recibió constancia como tal del Partido Revolucionario Institucional.
Desde entonces, de facto, Galindo Ceballos anda en campaña con la investidura de alcalde. No pide el voto, aunque poco le falta para eso.
Durante meses, ha venido utilizando al ayuntamiento como plataforma de despegue: primero analizaba si participaría o no en las elecciones, luego reflexionaba si iría en busca de una Senaduría o por la reelección y ahora analiza cuando solicitar licencia.
Nunca ha estado en su pensamiento dejar el cargo en el que pretende permanecer hasta la víspera del 20 de abril, cuando inicien las campañas municipales. Sin ese blasón, sería solo un candidato más.
Para entonces, habrán transcurrido dos meses desde que el priista pasó de precandidato a candidato formal.
Dos meses en plena actividad política desde el ayuntamiento en pos de un objetivo: su reelección.
Su contendiente más firme, Sonia Mendoza Díaz, solicitó licencia como diputada federal por el Partido Verde Ecologista de México, desde el 21 de febrero. Días antes, fue nominada candidata.
Galindo Ceballos pudo haber hecho lo mismo de acuerdo con “los tiempos” de su partido, pero no quiso.
La convocatoria del PRI para la designación de candidaturas a los ayuntamientos, exigía que quienes ostentasen un cargo de elección, tendrían que separarse de éste, al menos durante el proceso interno.
Galindo combatió en el Tribunal Electoral del Estado los lineamientos de la autoridad electoral para no separarse del cargo en la etapa de precampañas y le dieron la razón, así que esa cláusula en la convocatoria fue eliminada.
Cuando fue designado precandidato por el PRI, en un arranque de arrogancia justificó su negativa a la licencia: “La campaña formal empieza el 20 de abril, son dos meses en los que la ciudad no se puede quedar sin dirección”.
A su entender, no hay nadie mejor que él.
Así es Enrique Galindo, ni más ni menos. Un político soberbio que con tal altanería presume de sí mismo.
“Nos estamos organizando para no fallar, es un asunto de cuidar la ciudad, de dedicarle todo el tiempo, de ser muy respetuoso, de no hacer campaña con recursos públicos”, dijo en esa ocasión en respuesta a quienes le emplazaban a dejar el cargo.
Para ese momento, el ayuntamiento había emprendido una campaña propagandística por medio de espectaculares y pinta de bardas con el lema “Sígue PoSíble”, que apuntaba al propósito de generar la idea de que el actual ayuntamiento continuará hasta 2027.
Ese lema con fines de posicionamiento electoral, forma parte de la estrategia institucional que echó a andar desde el inicio de la administración.
Bajo el argumento de que el marco legal electoral estatal no lo obliga a separarse de sus funciones, el priista está exprimiendo al máximo la oportunidad de ser autoridad y candidato al mismo tiempo.
Lo anterior le representa una ventaja sobre otros aspirantes al beneficiarse de la publicidad institucional. Galindo Ceballos aparece todos los días en medios de comunicación, ya sea con información pagada o por la cobertura de la prensa.
Por citar un caso: desde hace meses, el ayuntamiento publicita resultados de encuestas cuchareadas que colocan a Galindo como el mejor o uno de los mejores alcaldes del país y, mañosamente, omite aquellos sondeos donde no sale bien calificado, especialmente en el tema de la inseguridad.
No hay ningún candidato a cargo de elección que tenga la exposición mediática de Galindo, quien con su propaganda supera a los demás en conocimiento del aspirante. Eso es inequidad en la contienda.
Lo dijo Galindo en respuesta al gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, quien emplazó a los aspirantes a dejar su cargo para contender: “yo tomaré mi decisión cuando la tenga que tomar”.
El alcalde puede ir tranquilamente por todos los rumbos de la ciudad anunciando y entregando obras, firmando convenios inútiles, anunciando festivales, repartiendo litros de leche o despensas a la gente porque la ley no se lo impide.
Sus críticos, le recordaron un presunto deber ético, pero bien mirado, no hay político que tome eso en cuenta cuando de ambicionar el poder se trata.
Al día de hoy, el priista tiene la certeza de que mantendrá el cargo hasta horas antes del arranque de la campaña el 20 de abril. Es su estrategia, una que va de la mano de su esperanzada apuesta al voto duro panista para reelegirse.
Enfrentará a una Gallardía reforzada con candidaturas fifís en distritos locales y federales con cabecera en la capital y con una ex panista como principal contendiente.
La candidatura de Sonia Mendoza fue pensada como instrumento para debilitar y disminuir ese voto duro blanquiazul, para lo cual, contará con todo el respaldo de la maquinaria gallardista, cuya estructura electoral ha crecido inusitadamente en la ciudad.
Sabedor de que será una contienda cuesta arriba con visos de derrota, Galindo se aferra al cargo en la creencia de que es factor para influir en la intención del voto, lo cual es erróneo: el PAN y el PRI no dan más y la Gallardía del Verde sube como la espuma.
El voto duro panista va quedando como un recuerdo.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.